Amparo Ochoa: Un canto a la vida

Ciudad de México, mayo de 2002

Por Miriam Noemí Verdugo, especial para “Leonardo da Vinci”

Se me ha pedido que escriba acerca de una mujer que ha  tenido una gran influencia en la formación de mi carácter respeto a la vida. De ello se deduce que tengo mucho de qué hablar. Lamentablemente es reducido el espacio. Aún así agradezco infinitamente la invitación de dar a conocer al pueblo colombiano la vida y obra de esta gran cantante y ser humano que fue Amparo Ochoa.

Amparo no sólo fue una cantante de “protesta”; fue una “decidora” de canciones, las cuales eran elegidas con base en una férrea convicción de expresar sentimientos que reflejaran situaciones reales de la vida, de amor, de lucha,  de propuestas. No sólo era cantar por cantar, sino dejar huella a través de las letras. Era cantar al pueblo, al guerrillero, a la mujer, a los niños, al amor, a la vida. “Vida”…así fue conocida Amparo en su familia desde que era una niña.

Porque a la vida estaba destinada, a darla y compartirla. Fue mujer de bandera emprendedora, revolucionaria. “Mientras otros toman su fusil, Amparo alza su voz y ésta la más bella de las armas”, decía Elena Poniatowska.

Amparo estaba presente donde se necesitara el consuelo de su canto. Latinoamérica la recuerda en Nicaragua, Chile, Bolivia, Argentina, Cuba, Uruguay, etc. Ahí donde se le llamó, ahí estuvo. Solidaria, recibiendo apenas el medio para transportarse a los recónditos lugares donde se le requería y a veces ni eso; el caso era estar ahí, a pie de cañón, fueran selvas, montañas, llanos, costas sin importar arriesgar su propia seguridad.

El legado musical que nos dejó es un tesoro dentro de los géneros más representativos de su amada América, que van desde los cantos revolucionarios hasta el folklore latinoamericano, pasando desde luego por la trova, el canto nuevo y la canción mexicana.Amparo

Quienes tuvimos la suerte de estrechar su mano y de ser abrazados por su cálida sonrisa la recordamos llena de coraje ante las adversidades y llena de dulzura para regalar, pero también sabemos de sus momentos de profundo dolor ante cualquier injusticia, o de enojo ante la vida por  las desigualdades en que el mundo está inmerso. En su canto, Amparo reflejaba todo esto y más. Y quienes la amamos todavía lloramos desde el momento en que su voz de cenzontle calló.

Les invito, pues, a conocer más de Vida, de su vida. Me despido con un segmento de la canción “hermosísimo lucero” que le compusiera Gabino Palomares y que refleja el sentir de todos quienes todavía la recordamos entera:

 

   “No me resigno a lo cruel de tu partida,

  ¿Será que el cielo tuvo celos de tu canto?

  ¿A dónde te haya hermosísimo lucero?”

       De la canción El Barzón de Miguel Ángel Muñiz:

No más me quedé pensando:

pue´ que deje a mi patrón.

Me decía mi prenda amada:

Que vaya el patrón al cerno,

Como estuviéramos de hambre

Si te has seguido creyendo

De lo que decía el cura

De las penas del infierno.

Viva la revolución,

Muera el supremo Gobierno.

Se me reventó el barzón

Y sigue la yunta andando.

www.amparo.cantonuevo.org

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