Obtener suficiente agua de la humedad del aire para emergencias como terremotos y tsunamis: lo que hace un dispositivo creado por jóvenes ecuatorianos

Tomado: RT

Este año, el proyecto ha sido seleccionado como finalista en la competencia mundial ‘Hult Prize’, el concurso de emprendimiento social más grande del mundo, conocido como el “Premio Nobel de los estudiantes”.

Integrante del emprendimiento ecuatoriano ‘Water Y’ haciendo pruebas de laboratorio
Cortesía de Water Y

El 16 de abril de 2016, hubo un terremoto de magnitud 7,8 en la costa de Ecuador, con epicentro en el cantón Pedernales de la provincia de Manabí. Este evento dejó un saldo de 673 fallecidos, destrucción de infraestructuras y una serie de afectaciones a los sistemas eléctrico y en el suministro de agua potable para la población afligida.

Este trágico hecho fue la inspiración para que un grupo de estudiantes de la Universidad de Investigación de Tecnología Experimental Yachay de Ecuador, conocida popularmente como Yachay Tech, ideara un dispositivo que ayude a obtener agua a partir de la humedad del aire de una manera eficiente, que sirve para ponerse en marcha en situaciones como las de ese terremoto.

Su proyecto se llama ‘Water Y’ y tiene como producto estrella un condensador con importantes innovaciones, que fue creado por un grupo multidisciplinario de estudiantes, conformado por Doménica Garzón, Ariel Cabrera y Cynthia Arias, estudiantes de física; Cristina Rubio, del área de química; y Carlos Chipantiza, de matemática; a quienes acompañan varios voluntarios como Andersson Chagna, Santiago Chiriboga, Erick Ojeda, Ruth Villafuerte, Andrés Silva y Darlyn Herrera, involucrados en la parte de alianzas, mercadotecnia y finanzas.

Miembros del emprendimiento ‘Water Y’
Cortesía de Water Y

“Esto ha permitido hacer que el proyecto sea viable […] Gracias a esta diversidad que tenemos del grupo, de diferentes carreras, es que ahora el proyecto tiene ya un horizonte, un norte, y hemos podido tener ya resultados bastante favorables”, señala Chipantiza.

Un nanomaterial

“Lo que hicimos fue desarrollar una tecnología a partir de un nanomaterial para incrementar la cantidad de agua que los condensadores (productos que ya están en el mercado) pueden obtener de la humedad del ambiente”, explica Garzón.

En concreto, detalla Rubio, el dispositivo tiene un diseño de un prisma o un rectángulo grande, que está compuesto por unas mallas de condensación, similares a las que suelen usarse en las florícolas y otros cultivos, que permiten el paso de la neblina (niebla), que hacen que la humedad del aire pase de su estado gaseoso a su estado líquido; también tiene unos tubos de cobre, en los que depositan el nanomaterial, que es la innovación que aportan al condensador.

“Esto nos permite condensar 600 veces más de lo realizado sin el nanomaterial”, resalta Rubio y añade que el resultado es “un condensador más económico, más accesible, efectivo y eficaz, gracias a estas características brindadas por el nanomaterial”.

Esta joven indica, además, que el condensador con el nanomaterial que han creado brinda “un proceso confiable”, en donde el agua que se produce es apta para su uso en diferentes actividades.

Tubos de cobre que forman parte del condensador de ‘Water Y’
Cortesía de Water Y

Esto lo destaca como una bondad más del dispositivo, al señalar que “la condensación es un proceso natural de purificación, es decir que no se van a condensar partículas contaminantes” y, además, pueden “seleccionar específicamente para que se condense al agua gracias a ciertos criterios termodinámicos y químicos”.

Para su óptimo funcionamiento, dicen sus creadores, lo importante es tener temperatura, humedad y presión adecuadas.

“La condensación funciona mucho mejor en lugares con gran humedad, con una temperatura más isleña, costera, también en la Amazonía y en lugares con neblina”, precisa Rubio.

Agricultura y más

Este dispositivo, desde su concepción, se hizo para que sea usado en casos de emergencia, como un terremoto o un tsunami, donde el acceso al agua se puede convertir en un punto crítico.

“Tener una fuente ilimitada en ese momento y que además sea portátil es lo que podría hacer la diferencia para las personas que logren sobrevivir después de un desastre como este”, comenta Garzón.

Sin embargo, sus creadores han decidido orientarlo también a otras áreas, como la agricultura. “Fuimos hablando con expertos y nos dimos cuenta de su gran aplicabilidad al sector agrícola”, indica la joven estudiante y explica que la invención que han hecho permite crear condensadores que se adapten al tamaño del cultivo, aportando así a la dura situación de muchos agricultores en el país.

Doménica Garzón haciendo pruebas del condensador de ‘Water Y’
Cortesía de Water Y

Aquí viene otra comparación con los dispositivos que ya están en el mercado. Por ejemplo, dice Garzón, “actualmente los condensadores de un metro cúbico producen aproximadamente 220 litros de agua; con la innovación, esta cantidad de agua, con el mismo tamaño, un metro cúbico, se puede incrementar hasta 500 litros en las mejores condiciones”.

Con el uso de este dispositivo en la agricultura también buscan cambiar la cultura actual de riego. “Lo que pasa ahorita, y grandes problemáticas que tienen grandes haciendas, es que como el regadío es por canales de riego el agua se va contaminando, entonces esta va arrastrándose con químicos y esto a la larga afecta a las plantas, a los cultivos”, cuestión que se acabaría mediante el uso de este condensador, al igual que se evitaría el desperdicio del vital líquido, como pasa actualmente en las siembras, explica Chipantiza.

Otro de los objetivos es llevar el condensador con el nanomaterial a comunidades donde el acceso al agua es difícil. “Si se tiene un sector que está sufriendo de escasez de agua y tiene la posibilidad de instalarse un reservorio para períodos en donde no va a tener este recurso, pues se le puede adaptar el dispositivo para que esté llenando este reservorio y tengan el líquido para estas temporadas”, dice Cabrera.

También consideran que es posible usarlo para contar con otra fuente de agua en restaurantes, en edificios y en parques.

Huella ambiental

En definitiva, se trata de un dispositivo que busca ahorro en términos económicos y de espacio, pero, además, que sea muchísimo más eficiente “y eso es justamente lo que lo hace especial”, comenta Cabrera.

Carlos Chipantiza, integrante del emprendimiento ‘Water Y’
Cortesía de Water Y

Cabrera, además, señala que el condensador es apenas una parte de Water Y, puesto que estos jóvenes también se encargan de brindar capacitaciones y educación continua para crear esta nueva cultura de obtención y optimización de agua limpia para diferentes usos.

Este año, el proyecto ha sido seleccionado como finalista en la competencia mundial ‘Hult Prize’, el concurso de emprendimiento social más grande del mundo, conocido como el “Premio Nobel de los estudiantes” —comenta Rubio—, que busca crear, desarrollar y lanzar ideas de negocios cuyo objetivo sea el resolver problemáticas sociales que afectan a millones de personas. Los ganadores reciben un millón de dólares en capital semilla para desarrollar su idea, así como ayuda y asesoramiento de la comunidad internacional de negocios.

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