Hay gran preocupación por incremento de enfermedades mentales entre el magisterio

Según el Ministerio de salud los docentes son el segundo sector de la población más afectada por este tipo de enfermedades. En Bogotá, en un año ha aumentado en 100% el número de maestros pensionados por pérdida de capacidad laboral. Es necesario que el magisterio presione una solución a estos problemas, que se suman a las graves condiciones de los servicios de salud y indagamos las opiniones de un psiquiatra sobre este tema.

El exceso de trabajo y el acoso laboral están enfermando a los educadores

Nos vimos en la necesidad de publicar el presente material sobre las enfermedades mentales entre los maestros, a raíz de las múltiples conversaciones que hemos tenido con docentes de diferentes escuelas y colegios del Distrito, en las que manifiestan su preocupación por las consecuencias que ésta problemática está generando en nuestro gremio.

Los datos que hemos revisado, de la Organización Panamericana de la salud, OPS; los que obtuvimos en la Secretaría de Educación; los resultados de una encuesta que aplicamos a 100 profesores de la Localidad de Engativá, y una entrevista que un prestigioso médico psiquiatra nos concedió amablemente, nos permiten establecer que hay motivos suficientes para hacer sonar las alarmas y aventurar la hipótesis de que las nuevas condiciones laborales, surgidas de las reformas de los últimos años, son una causal de primer orden en el incremento de las enfermedades mentales dentro del magisterio.

Es indudable que las políticas de globalización, auspiciadas por los Estados Unidos, han causado estragos a los pueblos y han multiplicado la miseria en el mundo. Llaman poderosamente la atención los datos de la OPS, según los cuales, en la Región de las Américas, 114 millones de personas padecían de algún tipo de trastorno mental en el año 1990, y se estima que para el año 2010, el número será de 176 millones de enfermos, cifras que resultan aterradoras. En Colombia, los datos del Ministerio de Salud al respecto, nos dicen que en la actualidad el 40.1% de la población ha sufrido de algún trastorno mental, es decir, casi la mitad de la población de nuestro territorio se encuentra afectada (ver cuadro N° 1).

Cuadro N° 1

Estudio Nacional de Salud Mental -2003

Prevalencia de cualquier trastorno

Hombres Mujeres
Alguna vez en la vida 40.1% 41.0% 39.5%
Últimos 12 meses 16.0% 15.6% 16.3%

 Las cifras muestran que los problemas de depresión que se producen por estrés crónico, han pasado a segundo lugar, y el primer puesto lo está ocupando la ansiedad, o alteración por estrés agudo, debido a problemas como pérdida del empleo, condiciones laborales, guerra, secuestro, desplazamiento, etc. (ver cuadro N° 2). Como lo afirma el psiquiatra entrevistado “son trastornos que se desarrollan por las circunstancias económicas y sociales…”.

Cuadro N° 2

Estudio Nacional de Salud Mental- 2003 Trastornos más frecuentes.

Prevalencia (alguna vez en la vida)

Trastorno de ansiedad 21.8%
Trastorno afectivos 17.5%
Trastorno uso de sustancias 2.6%

Es importante tener en cuenta que, según el mapa del Ministerio de Salud, la región de Bogotá ocupa el primer puesto en trastornos mentales, como se puede observar en el mapa que presentamos. Esta ciudad caótica, con su injusticia, inseguridad, indigencia, desempleo, miseria, ruido, contaminación, desorden del trasporte, y su reino de la individualidad, provoca motivos de sobra para enfermar a su población, y los maestros no constituimos una ínsula aparte.

Precisamente, según el mismo Ministerio de Salud, de los gremios más afectados por trastornos mentales, los maestros estamos ocupando el segundo lugar, después de los camioneros. Tales datos ratifican los resultados de las encuestas que aplicamos entre docentes de la localidad décima. Con el presente trabajo queremos abrir la discusión, de tal manera que podamos precisar en qué medida las condiciones laborales son un factor determinante de lo que está sucediendo con las enfermedades mentales entre los docentes.

Lo anterior resulta de suma importancia por el papel que el maestro representa en la sociedad como formador de las nuevas generaciones. Si en nuestro país hubiese gobernantes preocupados por sus pobladores, estas cifras deberían mover a un proceso de rectificación. ¿Cómo puede haber una “educación de calidad” si los docentes se están enfrentando a un deterioro en sus condiciones de salud y se incrementan las enfermedades mentales?

mapa

Otro hecho alarmante es el número de maestros que se ven obligados a retirarse del servicio y a acogerse a la pensión por invalidez. Como lo revelan los mismos datos de la SED, en el año 2005, 216 maestros se retiraron por pérdida de capacidad laboral, y para este año, que aún no ha terminado, la cifra por ese concepto pasó a 440 pensionados (no se incluyen los de retiro forzoso), es decir, un aumento de más del 100%.

En una encuesta que realizamos entre los maestros de la localidad de Engativá, pudimos constatar sus impresiones acerca de los factores que más afectan su salud. Cuando les preguntamos si las actuales condiciones laborales contribuyen a generar enfermedades mentales, 98% respondieron que sí, y sólo el 2% dijeron que no. Casi la totalidad de los entrevistados coincide en que son las condiciones laborales, que han impuesto las últimas administraciones, las que están enfermando a los docentes.

¿Considera usted que las actuales condiciones laborales contribuyen a generar enfermedades mentales?

grafico_1Encuesta enferm menta 1

Y cuando se les pidió que ordenaran en orden de importancia cuáles son los factores que generan enfermedades mentales en los educadores, los resultados nos arrojaron el siguiente orden:

  1. Estres
  2. Exceso de trabajo
  3. Hacinamiento en las aulas
  4. Violencia en las aulas
  5. Acoso laboral

Aquí es necesario aclarar que el estrés está definido como una tensión provocada por situaciones agobiantes que originan trastornos psicológicos, es decir, es ya una consecuencia y no una causa, por lo que tendría que descartarse y quedarían las restantes. Como se ve, la queja principal de los maestros es la recarga laboral, que haga esto, que haga aquello, que la vigilancia, que los proyectos, que los trasversales y los diagonales, que la dirección de curso, que reporte de inasistencias, que la reunión hasta después de la jornada legal, que hay que colaborar, etc, etc.

¿Cómo puede haber una “educación de calidad” si los docentes se están enfrentando a un deterioro en sus condiciones de salud y se incrementan las enfermedades mentales?

Cuando les preguntamos cuáles son las enfermedades más frecuentes entre los educadores, al agrupar las respuestas, las enfermedades nerviosas ocupan el primer lugar, seguidas en su orden por las de voz y garganta, las auditivas y las osteomusculares.

¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes entre los maestros?

o_8df522ed45cedfb3-0Les pedimos, igualmente, que ordenaran de uno a cinco las enfermedades mentales que más aquejan a los maestros y estos fueron los resultados

  • Depresión
  • Delirio de persecución
  • Neurastenia
  • Paranoia
  • Perdida de la memoria
  • Esquizofrenia

La neurastenia y la pérdida de la memoria no son exactamente enfermedades sino sus manifestaciones, pero quisimos respetar las respuestas dadas por los maestros. Finalmente, indagamos sobre la existencia de una política de la administración para hacer frente a estos problemas, y la respuesta fue negativa.

Es preciso mencionar la situación que se vive en la atención en salud. Aunque nuestros dirigentes sindicales y el gobierno dicen que tenemos un régimen especial, la verdad es que en la práctica, el servicio es peor que en ley 100. La cita no se puede dar sino cada siete días, y se dan muy pocas para especialistas al mes; hay que volver tres, cuatro, veces para pedir un control; y ni hablar de la atención. Los médicos generales casi no dan autorizaciones para especialistas o para exámenes complejos, tocándole al maestro, la mayoría de veces, buscar otro médico particular y pagar consultas y exámenes costosos. La cuota al Fondo Prestacional es bien cara, y Fecode autorizó un aumento exagerado, con el argumento de que se iba a dar un mejor servicio. En conclusión, el servicio de salud está contribuyendo a agravar el problema.

Es hora de cambiar esta situación, Colombia necesita unos profesores bien capacitados, con buenos estímulos salariales y prestacionales, con posibilidad de una profesionalización y en muy buen estado de salud mental y física. Maestros de Colombia, es hora de cambiar la actitud de servilismo y pasividad; hay que canalizar esta rabia en la lucha por conseguir lo que nos pertenece, para construir por una verdadera educación al servicio del pueblo, con lo más avanzado de la ciencia universal.

Be the first to comment

Leave a Reply