Reforma impuesta a la brava

Como hemos señalado durante varios años, las leyes y decisiones del Estado colombiano referidas a la educación, todas, incluida la famosa ley 115 —tan defendida por los dirigentes de Fecode  de los últimos 15 años—,buscan cumplir los lineamientos de la Banca multilateral, principalmente el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y los intereses de las empresas multinacionales, especialmente las que tienen sus asiento en el imperio del norte. No escapan a esta circunstancia las «novedosas» propuestas del equipo del «Maestro de maestros», consignadas en el pomposo «Plan Sectorial de Educación 2008-2012, educación de calidad para una Bogotá Positiva » que anuncia la imposición de las penosas reformas educativas denominadas «Educación de calidad y pertinencia para vivir mejor», entre cuyos componentes, llamados «Transformaciones pedagógicas para la calidad de la educación», está la reorganización de la enseñanza por ciclos que abarca varios elementos: eliminación de los  conceptos de área, asignatura, nivel, inclusión del concepto de campos del saber, argumentación hecha sobre la base de la necesidad de contribuir a la personalidad del niño.

Vale anotar que esta reforma va inscrita de manera «transversal» a un nuevo recorte autorizado por el gobierno actual que asciende a la escandalosa cifra de 52 billones. Temas que iremos tratando más adelante.

Tras el abuso de términos como «autonomía», «participación», «libertades constitucionales », «profundizar la democracia», se esconden los verdaderos objetivos de la reforma: debilitar la educación pública recortando su presupuesto; favorecer al negocio al sector privado con multimillonarios contratos; desconocer los derechos fundamentales de los maestros y administrativos y negar la ciencia, el arte y la cultura para la nación y el pueblo.

Mientras este país esté sometido a las órdenes del imperio del norte todo lo referido a democracia o autonomía se constituye en una farsa, una burla al pueblo y en este caso a la comunidad educativa

Resulta muy importante entender lo que significa para nuestros reformadores de izquierda y de derecha una palabra como autonomía: Escribe el señor Ricardo L. Santiago, Gerente Regional del BID (Banco Interamericano de desarrollo, filial del Banco Mundial) «…La autonomía escolar despierta grandes expectativas, ya que responde a las nuevas tendencias en materia de gerencia pública y de búsqueda de eficiencia en la prestación de servicios sociales. La transferencia de recursos y responsabilidades transforman a la escuela en un foco activo de gerenciamiento de la educación, y le permite mejorar la calidad y la equidad a través de nuevos espacios para la innovación, incentivos a la eficiencia en el gasto, énfasis en la responsabilidad por el producto entregado y control de los procesos y productos educativos a través de la participación de la comunidad.(…)1

Es decir, lo que se busca es una educación rentable en términos políticos, sociales y económicos. Con menos plata hacer funcionar más escuelas y colegios, más carga para los maestros, mejor servicio de la educación a las empresas extranjeras y mayores ganancias para los Compensar, Don Bosco, Colsubsidio, Mazuera y otros… Nada que tenga que ver con la soberanía de la Nación, la investigación científica o los intereses libertarios de las grandes mayorías.

Un poco más: dice la señora Espinola en el mismo documento: «… los padres pueden ejercer un control más directo sobre los profesores para que su trabajo produzca mejores resultados,(…) los padres estarán más dispuestos a contribuir financieramente” En un documento con sello de la Universidad Nacional titulado: La educación Básica y media en el Distrito capital: reorganización de las prácticas de la enseñanza por ciclos y la evaluación integral, firmado como proyecto SED-Unal, dice: «La comunidad educativa y la autonomía»: El artículo 6° de la Ley General de Educación, identifica a la «Comunidad educativa»… a quienes les compete participar» en el diseño, ejecución y evaluación del Proyecto Educativo Institucional… » Más adelante agrega el documento: «Por otro lado, en el fondo se trata de reconocer la importancia de la autonomía en los procesos innovadores de las instituciones educativas. La Ley general de Educación, en sus artículos 77 y 78, ubica la autonomía escolar en el ámbito de la estructuración del currículo y su inserción en el Proyecto Educativo Institucional».

Agrega en la misma página: «La autonomía está asociada aquí con la independencia que pueden asumir las instituciones educativas cuando en el marco de su proyecto pueden» organizar las áreas fundamentales de conocimiento. «El sentido de la autonomía depende entonces del perfil filosófico y de los compromisos establecidos en el Pei. La autonomía es objeto de la concertación y, en consecuencia, se construye desde una colectividad.»3 (…) «Pero, de ningún modo, debe esto entenderse como que cada escuela debe inventar una propuesta curricular sin contar con referentes comunes que garanticen unas orientaciones mínimas a nivel nacional:»(Men. 1998, 32)»4 Primero, se hace alarde de esta nueva forma de entrega, la participación, de la importancia de la autonomía escolar, de su independencia, de la Competencia de participar la comunidad educativa en el diseño y ejecución de los Pei, de cómo éste se construye desde una colectividad, como una opción de multiplicidad de propuestas a escoger, pero, y ahí viene lo interesante, no crean que pueden hacerlo cada uno como quiera sin tener en cuenta los referentes comunes del gobierno. Esto es sí, pero no.

Autonomía, concertación, construcción desde la colectividad, independencia para organizar y etc. etc. toda clase de palabrejas que tratan de presentar una supuesta democracia en la aplicación de las reformas educativas, pero que se quedan en el tintero, porque mientras este país esté sometido a las órdenes del imperio del norte todo lo referido a democracia o autonomía se constituye en una farsa, una burla al pueblo y en este caso a la comunidad educativa.

Aunque la libertad de cátedra está establecida en la Constitución Nacional, lo que debiera preguntarse es ¿qué política está aplicándose, a quién beneficia, a quién sirven todas estas reformas? ¿A las grandes mayorías desposeídas, a la Nación colombiana que debe salir algún día de este yugo que ya bastante daño ha hecho? La educación la debe implementar un Ministerio que esté al servicio de los intereses del pueblo y la Nación colombiana, para que contribuya al desarrollo nacional, autónomo, verdaderamente independiente, que sirva para promover la ciencia, el arte, la cultura, los conocimientos más avanzados de la humanidad y no estas atrasadas y pos-modernas reformas que sirven para que Colombia esté aún más sometida, aun más ignorante, más rezagada en relación con los avances científicos. Y es más penoso que la Secretaría de educación del Distrito, constituida por los dirigentes o ex-dirigentes del sindicato de maestros, y los «intelectuales» de la Universidad Nacional, se preste para promover reformas tan arrendatarias como ésta de la educación por ciclos.

Segundo, la ley 115 o Ley General de Educación ha sido utilizada por el Ministerio de Educación como base de sustentación para casi todas las reformas hechas en los últimos 15 años, ella ha sido su sostén legal principal. Siendo tan retrogradas las reformas, ¿cómo se explica que las direcciones de Fecode la sigan defendiendo? En cuanto a la participación, el año pasado en la realización de los Foros Locales, la Secretaría de Educación del señor Abel Rodríguez y su comitiva, todos militantes del Polo Democrático Alternativo, se sorprendieron cuando la base del magisterio que asistió a dichos eventos le dijo a la administración que no estaba de acuerdo con dicha reforma y ratificó su negativa en el Foro Distrital. Pero como había que imponerlo como fuera, ¿qué hicieron? Sin explicación alguna, retiraron a los delegados oficiales de Bogotá y a la carrera trajeron maestros de las provincias de este país para garantizar la clausura, donde sería el propio Presidente de la República quien lanzaría oficialmente la nueva y retardataria reforma de Educación por ciclos. Los nuevos delegados, no tenían ni idea de lo que trataba el asunto, pero, ¿quién se niega a venir a la capital con todos los gastos pagos, hotel y comida?

A pesar de ello, en los documentos oficiales de la Secretaría en cuestión, han dicho que en Bogotá en esos Foros todo el mundo estaba de acuerdo.
Este año, como quieren implementarlo a la fuerza, algunos maestros han planteado inquietudes y en reuniones de Consejos académicos de algunas localidades les han dicho: esta reforma va porque va, no hay discusión y punto. Se ridiculiza al maestro que no esté de acuerdo, se le declara obsoleto y en contravía de la «modernización».

En algunos colegios han llevado costosos asesores de universidades y se han presentado sumamente «democráticos». Pero como en general reina un gran desconocimiento sobre este asunto, lo máximo que hacen algunos profesores es solicitar información y precisión en este tema; lamentablemente ni siquiera algunos de los mandos medios de la Secretaría parecen haber estudiado la tal reforma y se ponen a echar peroratas que nada tienen que ver con el tema.
Además de la pregonada «autonomía», se utiliza el recurso del chantaje, se condiciona con la plata; si quieren plata para las instituciones, entonces aprueben y apliquen ya la reforma, así ni siquiera entiendan de qué se trata.

No hay ninguna diferencia entre los procedimientos utilizados por la señora Cecilia Vélez, Peñalosa o Mockus y los del Polo Democrático: arbitrariedad, chantaje y negación total y absoluta de la verdadera democracia. Y como no faltan los lambones en todas partes, que creen que con esa actitud van a ganar puntos, se hacen las reuniones de los «entes democráticos» de las instituciones y a la carrera, sin discusión se meten en la «moderna» reforma por ciclos. Se les olvida a aquellos profesores que tienen actitud de limpiarles los zapatos a sus patronos, que lo mínimo que debe tener un trabajador es DIGNIDAD de clase; los maestros formamos parte de la clase de los trabajadores explotados de esta sociedad de clases. Es más, en muchos escenarios la Secretaría ha dicho que en menos de 3 años esta política debe estar funcionando en toda la capital, ya conocido laboratorio de estas reformas, para luego ser extendida a todo el territorio nacional.

Cuenta un maestro que hace poco fue a la Secretaría de Educación y logró plantear a una funcionaria que a él le parecía terrible esta reforma por ciclos; la señora en cuestión le dijo: —No hay nada que hacer, esta reforma ya está funcionando, está en marcha y al que no le guste, de malas.

Veamos rápidamente en qué consiste la enseñanza por ciclos que será impuesta en 370 colegios de la capital:

El Programa de la Calidad y Pertinencia de la Educación, (…) tiene como propósito contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la ciudad en virtud de su educación. Este programa está dirigido a logar aprendizajes esenciales para los estudiantes y pertinentes para la sociedad; alcanzar la excelencia de los colegios del Distrito; generar transformaciones pedagógicas que produzcan cambios sustanciales en las concepciones, prácticas y desarrollos curriculares; reorganizar los colegios por ciclos; actualizar los planes de estudio y programas académicos y a precisar las estrategias de evaluación por ciclo y grado».

En suma, educación práctica, rápida y adaptada al mundo de la globalización, al mundo de la super-explotación en el que los trabajadores no llevamos, propiamente, la parte del león. Y, la ciencia, la soberanía, la democracia, ¿dónde quedan? En las cantaletas sobre autonomía, participación, equidad, calidad, excelencia y otras de los funcionarios de estado.
Desde las páginas del Leonardo da Vinci llamamos a toda la comunidad educativa a estudiar y rechazar organizadamente estas reformas contra la educación.

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www.pdh.org.gt Algunos antecedentes de la educación   por ciclos

El concepto de ciclos en la educación no es nuevo. En diciembre de 1997, en el gobierno de Ernesto Samper, se aprobó el decreto 3011 de educación por ciclos y de adultos, en el marco de la Constitución Política y de la Ley General de Educación ó 115.

Dentro de los objetivos de esta reforma está reducir el presupuesto para la nocturna.

Al declarar dicha educación como de adultos, el gobierno se quitó la obligación de financiarla, y fue así que comenzaron a sacar a los administrativos, bibliotecarios, secretarías, orientadores, coordinadores y maestros por montón. Ya no se necesitaban maestros por grados sino por ciclos, así que un sólo docente atiende el ciclo de sexto y séptimo a la vez. Y como en muchos colegios el bachillerato quedó reducido a dos años o un año, el gobierno decía que sobraban profesores y muchos se vieron obligados a renunciar.

Las implicaciones de la reforma actual serán peores, que las que trajeron consigo, la de las competencias, los estándares y la promoción automática.

Pero aquí no quedó el asunto: convirtieron en personas adultas a los niños y jóvenes de los 13 a los 18 años, para los que ya no habría una educación digna y de calidad. Al imponer el sistema de ciclos, la nocturna pasó de ofrecer un bachillerato de seis años en tres, para los grados de sexto a once. En algunos casos el bachillerato se puede hacer en un año y hasta en menos. Hay establecimientos que lo ofrecen con clases los sábados y los domingos. Las flexibilidades aquí permiten la participación de entidades públicas, privadas, corporaciones, fundaciones, ONG, o cualquier colegio de garaje de los que pululan en la ciudad con grandes avisos: «BACHILLERATO EN UN AÑO». Este es otro de los tantos factores que están generando entre la juventud el espíritu facilista frente al estudio, frente a lo cual surge la pregunta ¿Quién va a querer demorarse seis años haciendo el bachillerato? El panorama es realmente preocupante. Esta reforma ha sido un factor determinante en el marchitamiento de los colegios públicos nocturnos y en la creación entre el estudiantado de una actitud equivocado y un desprecio por el conocimiento. Antes de esa reforma, la nocturna sacaba unos muchachos relativamente bien preparados; muchos llegaron a obtener títulos universitarios. Bogotá contaba con 63 colegios, en los que laborábamos entre 5.000 o 6.000 maestros. A esta fecha, según mis datos, han cerrado unos 20 colegios nocturnos.

La flexibilización no sólo tuvo que ver con el tiempo en el que se realizan los cursos; también abarcó los aspectos curriculares y pedagógicos: se ofreció un nivel de alfabetización básica y se autorizó el sistema de validación de niveles y grados con lo cual se fomentó el surgimiento de cuchitriles en sitios inadecuados, sin ninguna dotación, ni laboratorios, con profesores sin títulos y en unas condiciones de extrema explotación. Esta «enseñanza» puede prestarse presencial, semi-presencial, a distancia, con tutores, con guías, etc. El decreto 3011, reglamentario de la Ley 115, abrió así un nuevo campo para el enriquecimiento fácil a costa de la educación. 

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Hay por su puesto muchos más elementos que tratar en el asunto, pero la reflexión es para mostrar que la educación por ciclos no es nueva en Colombia. Se produjo, entre otras, por los recortes al presupuesto para la educación que han sobrevenido por las reformas al régimen de transferencias impuestas por el Fondo Monetario Internacional, FMI, aparejadas siempre por nuevas rebajas en la calidad de la enseñanza, otro requerimiento de la globalización al servicio de las multinacionales, especialmente norteamericanas. Estas políticas encuentran agentes que las ejecutan desde el Ministerio y las secretarías de Educación.

Las reformas educativas de los últimos 20 años han tenido cuatro grandes elementos, que a lo largo del tiempo no se han modificado:

1) Debilitamiento de la educación pública; 2) favorecimiento al sector privado;3) Degradación de la calidad de la educación a través de varios mecanismos, entre otros, el sistema de evaluación y la imposición del discurso posmoderno con lo cual se niega al estudiante el conocimiento científico, el arte, y la cultura en general, y 4) Arrebatar las conquistas a los maestros. Estos elementos se aplicaron en la reforma por ciclos de la nocturna. Los cuatro factores mencionados han persistido independientemente de los gobiernos de turno —sin excluir a los llamados de «izquierda» como el del Distrito Capital— y se profundizan con la agudización de la crisis económica y la intensificación del dominio norteamericano sobre nuestro país.

En el terreno del conocimiento la crisis de la educación va a tocar fondo. Creo que las implicaciones de la reforma actual serán peores que las que trajo consigo la de las competencias, los estándares y la promoción automática. Estas reformas han contribuido de manera sustancial a hacer más profundo el abismo de clases en el terreno de la cultura en Colombia: por un lado, altos niveles de calidad para los que tienen plata, y por el otro, un nivel pobre para los pobres.

Nota:

1. Viola Espinola (sin fecha). Autonomía escolar: actores que contribuyen a una escuela más efectiva. Banco Interamericano de Desarrollo. El subrayado es nuestro.

2. La educación básica y media en el Distrito capital: reorganización  de las prácticas de la enseñanza por ciclos y la evaluación integral. SED-UNAL.

3. Ibid

4. Ibid

 

 

 

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