La regresiva reforma académica en la UN

Tomada de internet

Los profesores de la Universidad Nacional Alfonso Correa, Leopoldo Múnera y Carlos Miñana hablaron con el Leonardo da Vinci y expresaron sus opiniones sobre la reforma académica, de la que aseguran representa un retroceso. Según los catedráticos, lo que se pretende es que el mercado determine qué se enseña y qué se investiga en el principal centro de educación superior del país.

La reforma no le sirve a la Universidad

Alfonso Correa. Profesor U.N*

“La Universidad Nacional está perdiendo su carácter público y se quiere que el mercado regule la calidad, el movimiento debe continuar”: Alfonso Correa*

LdV. ¿Por qué se ha originado este movimiento?

A.C. Para el neoliberalismo la educación superior no es un servicio básico ni introduce factores de igualdad. Según ellos el país no necesita ciencia ni cultura. Si por Uribe fuera la universidad se privatiza y se promueve la fórmula de otorgar créditos para el que quiera. No es que las universidades vayan a desaparecer sino que pierden su carácter público. La cuestión es hacer más con lo mismo: más trabajo para los profesores, más cobertura, recortar las carreras a cuatro años; la calidad no importa, el mercado regula la calidad. Estamos viviendo un proceso de transformación radical de la universidad. Marco Palacios se presentó como el mecías; vino a redescubrir el mundo a costa del descrédito permanente de los profesores, del desconocimiento de lo que era la universidad; nombró directivas a dedo y tuvo el atrevimiento de decirle a los decanos “ustedes son mis súbditos, me alegro posesionar a personas, que representan no a la comunidad sino a mi”. El gobierno esperaba que salieran 800 profesores pero, tuvieron problema con el presupuesto pensional.

El nuevo rector Vivíescas se propuso un plan de regulación, de manejo, con un gasto de más de $100 mil millones de pesos, que consiste en entregarle predios de la U al Distrito para construir una alameda, andenes peatonales y arreglarle el problema a Transmilenio en la unión de la 30 con 45. La reforma académica, entre otros, se propone la promoción automática, por lo que eliminan asignaturas y los trabajos de grado para que el estudiante permanezca menos tiempo en la Universidad, lo que atenta contra la calidad.

LdV. ¿Qué ha pasado con el movimiento?

A.C. Siempre hubo resistencia, hasta que un día la copa rebozó cuando empezaron con la fusión de facultades, un solo directivo, una sola secretaria, se pretendió acabar con cuatro facultades. Entonces, nos fuimos al movimiento, a la asamblea permanente. Se empezaron a estudiar las reformas, el movimiento entró en desobediencia. El conflicto es persistente, la fusión de carreras no se pudo dar. Todos estamos de acuerdo en que el movimiento debe seguir hasta donde sea posible, volver a asamblea permanente, los profesores han participado; el estudio de las reformas fue una ganancia, los bloqueos fueron importantes, 70 u 80% dijeron esas reformas no le sirven a la Universidad, hubo movilizaciones masivas. Se frenaron las reformas, las directivas se desacreditaron mucho. Hay que intentar hacer la organización del movimiento, ese es nuestro deber.

   “No hay ningún elemento en esta reforma que esté fortaleciendo la investigación”

Dice Leopoldo Múnera**, para contradecir a quienes afirman que con la Reforma se incentivará la actividad investigativa en la U. Nacional.

Profesor Leopoldo Múnera UN**

LdV. ¿De qué manera la reforma de la Universidad Nacional tiene que ver con la política de globalización?

LM.: La reforma de la Universidad Nacional se inició con Marco Palacios, para adaptarla al proceso de globalización. Lo que representa un problema. Las universidades públicas no tienen que adaptarse porque éstas pueden no ser convenientes para nuestros países, ni para las instituciones. Mas bien, las universidades deben responder a los desafíos como construcción de nacionalidad, de propuestas que vengan desde nuestra especificidad, una mejor forma de insertarnos en el mundo. Un elemento que la complica, es que la reforma está diseñada para subordinar y adaptarnos a la globalización, le quita todo el talante público, crítico, que debe tener la universidad.

Respecto a la globalización, hay políticas públicas a través de organismos transnacionales, como disminución de costos para la educación publica, también, diferencia la calidad que se da en la educación pública, de la educación privada, reducción de programas curriculares, estandarización y autofinanciación, factores que han incidido en la Universidad Nacional.

LdV. ¿Cómo afecta la reforma el carácter público de la Universidad Nacional?

L.M. La reforma de la UN es integral, académica es una partecita de todas las reformas que se están haciendo. Lo primero que afecta el carácter publico, es que implica quitarle autonomía a la comunidad universitaria para definir el rumbo que debe tener la universidad, quitarle autonomía en la selección de directivas, en la definición de cuales son las reformas que necesita la universidad.

Centralizó los poderes en el rector y el Consejo Superior, donde la presencia mayoritaria es del gobierno. Respecto al carácter publico, es la independencia y la distancia de poderes privados específicos, no estar subordinada y ésta está pensada para el mercado y la globalización mercantil, pretende formar estudiantes para dicho mercado, sin ninguna distancia crítica.

Acerca de la interacción con la sociedad, está planteado un nuevo acuerdo de extensión más mercantil, de venta de servicios, lo que afecta su carácter público, porque ésta institución no estaría para acompañar la sociedad con proyectos de investigación y de formación, y responder a problemas colectivos si no, de acuerdo con el mercado.

La reforma atenta contra la pluralidad interna de la U, lo que se refleja en cómo están implementadas las políticas. Si hay algo que la ha distinguido, como institución pública a la Nacional ha sido la calidad y la dedicación de los profesores en tiempo y el tipo de formación que le da a los estudiantes. Está reforma va orientada a poner el énfasis en los postgrados y la investigación, deteriorando la formación en el pre-grado, que se haría con profesores de cátedra. Lo que explica como fue reformado el Estatuto docente, se eliminan los profesores de tiempo completo y los de medio tiempo y sólo quedan de cátedra y de dedicación exclusiva. Como la universidad no tiene capacidad de convertir a todos los profesores de dedicación exclusiva, lo que va es a crear un núcleo de éstos docentes orientado a posgrados e investigación y dejar los profesores de cátedra atendiendo los pre-grados, lo que deterioraría el perfil público que tiene la universidad.

L.d.V. ¿Qué tiene que ver la ideología de la sociedad del conocimiento con la reforma?

L.M. Tiene mucho que ver. La ideología de la sociedad del conocimiento es la confusión entre sociedad de conocimiento y sociedad de formación. No es lo mismo ideológicamente. La sociedad de información se caracteriza por desarrollar dos tipos de inteligencia: una funcional y una adaptativa por señales. Es decir, las personas saben responder en términos de funcionamiento de las cosas que tienen que manejar y saben responder a ciertas señales, lo que implica estímulos de repuesta, pero no el desarrollo de una capacidad reflexiva y mucho menos de una capacidad crítica.

Cuando se diseña una reforma pensando en que los estudiantes deben adaptarse a la sociedad del conocimiento, en que deben tener inteligencias funcionales y por señales, pero no inteligencia reflexiva. Ahí, hay un problema grave, eso implica el desarrollo de una serie de capacidades acríticas, funcionales y no capacidades reflexivas que le permitan a los estudiantes tomar distancia de la información que reciben, procesarla, y hacer síntesis crítica y reflexiva. La ideología de la sociedad del conocimiento está muy presente en el tipo de capacidades o competencias, que quieren ser inculcadas en los estudiantes.

L.d.V. ¿Cuáles son sus opiniones sobre la reforma académica?

Gigantescas y combativas protestas contra esta reforma

L.M. La universidad tiene que emprender una reforma académica por varias razones. La primera de ella, es que venimos de un proceso de auto evaluación, que demuestra que hay algunas deficiencias importantes en la institución como las hay en otras universidades del país y del mundo.

Hay una primera que está afectando el rendimiento de los estudiantes, falta una política de bienestar, que permita la continuidad de los estudiantes en la universidad y que disminuya la repetición y la deserción, íntimamente ligadas con lo académico. Un segundo punto es el interdisciplinario, la formación en la UN está muy encerrada en las disciplinas, es necesario crear nichos interdisciplinarios.

Hay que hacer una reforma académica, que parta de la auto-reflexión de la comunidad sobre esos problemas y sobre los caminos de solución, eso no sucedió, se hizo una reforma que está articulada alrededor del desarrollo de las competencias, sin definir cual es el sentido que tiene la educación. Las competencias son fundamentales en la educación pero, son solo un medio, que tiene que ser definido con respecto a qué tipo de educación queremos darle a los estudiantes. Éstas van a ser definidas administrativamente, de espalda a la comunidad académica.

Otro inconveniente, es que se habla de una flexibilidad en la reforma académica, pero los elementos de flexibilidad que se tenían, como las líneas de profundización, se debilitan, hasta el punto que pueden desaparecer. Cuando era una cosa a fortalecer.

Respecto a los créditos, hay una utilización de éstos en los pre-grados y en los posgrados, se establecen mínimos y máximos, en el caso de nuestra institución, no se establecen mínimos, dejando la puerta abierta, para disminuir la duración de los años de educación en los programas. El máximo de créditos para muchas carreras no responde a las necesidades de formación que tiene la sociedad colombiana, se traen de sistemas, como el norteamericano, las áreas menores, sin tener la infraestructura de las mismas, y sin hacer la discusión sobre la doble titulación. No hay un desarrollo de competencias básicas, como la segunda lengua para los estudiantes.

Aparte de que la reforma, produce una división entre el personal docente de la universidad, creando dos estatutos de educadores, bajo el supuesto de que todos los profesores de la universidad son malos y, que los que se van a traer son los buenos, idea que se refleja en el concurso 2017, en el que los doctorados tienen una relevancia que no corresponde a los criterios para escoger un profesor.

Esta reforma no solo es errática, sino que responde a imperativos de adaptación a la sociedad del conocimiento y la globalización. Además no va a solucionar los problemas de la Nacional para que responda a los intereses de la sociedad colombiana.

Ld.V.¿Va a perder o ganar la universidad a nivel de carácter investigativo?

L.M. Hay una reforma que degrada la investigación en pregrado, los trabajos de grado se han debilitado, fueron convertidos en una asignatura, el proceso de investigación ya no se está dando. Hay casi desaparición de las líneas de profundización, que giraban en torno a los trabajos de investigación de los profesores, las asignaturas estaban diseñadas para compartir estos trabajos con los estudiantes, asignaturas que también, van a desaparecer.

No hay ningún elemento en esta reforma que esté fortaleciendo la investigación. Antes la investigación debía hacerse en el pre-grado, incluso en las especializaciones, discutible en la maestría y en el doctorado, en este momento se concentran todas las competencias investigativas en el doctorado, pero dicen que quieren enseñar a aprender a aprender. Uno no puede enseñar a aprender a aprender si los estudiantes desde los primeros cursos del pre-grado no tienen herramientas mínimas de investigación, esto es un puro discurso. En la universidad no se va a fortalecer la investigación.

Es muy claro, que la comunidad académica de la UN siente la necesidad de emprender un proceso de reformas, en las que, las formas de gobierno garanticen la autonomía de la comunidad universitaria incluso, reformar muchos elementos académicos, como los mencionados.

Los intentos de imponer una reforma, que no corresponde a los intereses de la comunidad, es lo que ha generado los conflictos de los últimos tiempos. No se trata, como se ha intentado presentar en los medios de comunicación, que un grupo iluminado quiere reformar la universidad y una mayoría que no quiere reformarla. No, se trata de un grupo que quiere hacer la reforma en un sentido, y una comunidad, que en su mayoría, quiere hacerla en otro sentido.

*Alfonso Correa, profesor de la Facultad de Veterinaria, ex-representante de los profesores.

**Leopoldo Múnera, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias políticas de la Universidad Nacional, abogado, Magíster en Desarrollo Económico, con doctorado en Ciencias políticas de la Universidad de Lovaina.

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