‘No puedo respirar’, grito de la multitud durante protestas en EE. UU

Por: Sergio Gómez Maseri | Eltiempo.com

| 6 de diciembre de 2014

Miles de personas salieron a las calles a rechazar la impunidad policial.

Varios estudiantes de la Universidad Emory participan en una ‘muerte’ masiva durante una manifestación en el campus.

Que en algunas regiones de Estados Unidos persisten las tensiones raciales no es un secreto.

Eso quedó claro durante este pasado verano, con el estallido de varias protestas que siguió a la muerte del joven africano Michael Brown, asesinado por un policía blanco en la localidad de Ferguson (Misuri).

Y corroborada la semana pasada, cuando un gran jurado decidió no abrir cargos en contra del oficial y miles salieron a las calles para manifestarse, algunos de manera violenta.

Pero una serie de incidentes paralelos, que también han involucrado el aparente uso excesivo de la fuerza por la Policía, desencadenó esta semana airadas protestas a lo largo y ancho del país, hechos que no se veían desde la lucha por los derechos civiles de los 60. 

Todavía fresca la decisión de Ferguson, comenzó a circular un video en el que se ve cómo un policía, en Cleveland (Ohio), le dispara a un niño de 12 años que jugaba en un parque con una pistola de juguete.

Aunque el oficial luego dijo que la pistola parecía real y el niño mayor, el incidente cayó como una ‘bomba’, no solo por lo absurdo, sino por que parecía establecer un agresivo patrón de conducta frente a la minoría afroamericana. 

Pero la gota que rebosó la copa cayó el miércoles de esta semana, cuando otro gran jurado, en Staten Island (Nueva York), decidió no elevar cargos contra un policía que asfixió hasta la muerte a Eric Garner, otro afro.

El incidente se presentó el pasado 17 de julio, cuando un grupo de policías intentó detener a Garner por una supuesta venta ilegal de cigarrillos. En este caso, y a diferencia de Ferguson, donde la única evidencia existente era la versión del policía y otros testigos que presenciaron los hechos, había un video que mostraba con toda claridad los últimos momentos de Garner.

Aunque el hombre parece resistirse a un arresto, lo hace sin violencia, mientras los seis uniformados se le abalanzan encima. Uno de ellos, Daniel Pantaleo, lo agarra del cuello por la espalda y lo empuja hasta el pavimento. En la grabación se puede oír a Garner repitiendo 9 veces la frase “no puedo respirar”, hasta que muere.

Al evaluar el caso, las autoridades forenses decretan homicidio por asfixia que provocó un paro cardiaco y respiratorio, aunque mencionan como agravantes que el hombre era asmático y estaba con sobrepeso.

Quizá quien mejor describió la sorpresa ante la decisión del jurado fue el presentador del Daily Show, John Stewart. “Aquí no existieron las ambigüedades del caso de Ferguson. Aquí medicina legal lo catalogó como homicidio, la persona no parece amenazar a nadie. Y lo sabemos porque todos lo vimos. Y sin embargo, el resultado es el mismo”, dijo Stewart, que cambió el tono jocoso de su programa por uno serio y controversial.

Desobediencia civil

La reacción, en todo caso, fue descomunal. Miles de personas de todas las razas salieron a marchar por las calles de Nueva York, Washington, Chicago y Dallas. Con el canto de “no puedo respirar”, los manifestantes emplearon métodos de desobediencia civil comunes en las marchas de la década de los sesenta, con bloqueo de calles principales, haciendo cadenas humanas para impedir su arresto e irrumpiendo en locales comerciales como Walmart para llamar la atención.

Entre jueves y viernes, las marchas se ampliaron a otras 10 ciudades, y se esperaban muchas más durante este fin de semana.

“En el fondo, y aunque los hechos no están conectados unos con otros, hablan claro de la profunda desconfianza que existe entre algunas minorías y la Policía.

Así mismo, plantean la necesidad de revisar las autoridades y métodos que utiliza la fuerza pública en su interacción con la sociedad”, sostiene Mathew Fogg, un expolicía y autor de varios libros sobre discriminación racial.

Según Fogg, el problema es que el sistema mismo está cargado contra las minorías. “Por mis años de policía, sé que la cultura que existe en el sistema, incluidos jueces fiscales y policías, me defendería si el sospechoso era un negro o alguien de una minoría, pero no si era un blanco. Eso es lo que tiene que cambiar”.

El presidente Barack Obama, consciente de que “existe un problema cuando alguna de nuestras comunidades se siente perseguida por las mismas autoridades que deben defenderlas”, le ha pedido al Congreso considerar un paquete de medidas, entre las que figuran una revisión exhaustiva de las reglas de juego bajo las que hoy se rige la fuerza pública, al igual que fondos para dotar a los policías con cámaras que permitan captar todos sus movimientos durante un operativo.

Así mismo, el gobierno federal tiene abiertos sendos procesos contra los responsables en Ferguson y Staten Island por violación de derechos civiles que podrán sanar algunas heridas si se llega a una resolución diferente.

Hasta el momento, todo parece indicar que los manifestantes seguirán en las calles, clamando justicia y entonando lo que se ha convertido ya en el lema de un naciente movimiento: ‘No dispare, tengo las manos arriba’ y ‘no puedo respirar’.

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