Pobreza

Anatolio Martínez suspira abullonado en una de las 18 sillas ejecutivas del Airbus A 330-200 que aterrizará dentro de unos 50 minutos en Barcelona donde lo recibirá la comitiva del «Llamado mundial a la acción contra la pobreza», en su condición derepresentante de las ONGS colombianas. Abrazará a Heidi e irá, mañana, a su lado, a la jornada de sensibilización para celebrar el «día internacional de la banda blanca, símbolo mundial de la lucha contra la pobreza» y, en medio de los animadores y payasos que realizarán actividades para los asistentes, le entregará el anillo de oro blanco coronado por una esmeralda que formalizará la romántica propuesta de matrimonio. Conoció a Bianca, una dulce Suiza entusiasta de la causa, durante la celebración del Foro Social Mundial en Porto Alegre entre zamba y caipiriñas, hace ya dos años; ella le había entregado una carta perfumada que ahora leía por enésima vez y en la que resaltaban estas palabras: «Cada 3 segundos muere un niño debido a la extrema pobreza. Las autoridades morales más altas del mundo coincidieron en que esto no debe suceder en un mundo de prosperidad. Las mentes más grandes del mundo han demostrado que se puede poner término a tal situación. La gente común de todo el mundo está reclamando que se tomen medidas…»

No pudo contener la emoción al recordar a Engracia Martínez —su viejita— y las duras jornadas que ella vivió lavando ropa ajena durante tantos años para poder pagar las facturas de la universidad, comprar mercado, ropa y tantas otras cosas necesarias para el empoderamiento de Anatolio.

Aquella mañana, Engracia había salido del Pent House presurosa y elegante en compañía de Eduardo, su novio. —Bueno, mijo. Que le vaya muy bien. Rece el rosario para que no se vaya a caer el avión y no se me vaya a demorar de a mucho que aquí lo necesitan sus pobres.
— ¿Y eso? ¿Pa dónde va sumercé tan emperifollada? —dijo Anatolio mientras observaba su propio equipaje.
— Pa la iglesia, mijo, pa la iglesia. A pedirles a mi diosito y a la virgen santísima ¡que no se acabe la pobreza!

 

Originalmente publicado en el Periódico en Marzo de 2009.

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