El hasta con doble negación

     Por: Gabriel Fonnegra*

El filólogo colombiano Rufino J. Cuervo, cuya modernidad va afianzándose con el tiempo, pasa revista en su libro “Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano”, a varios solecismos o usos erróneos atribuidos por él al habla popular de la ciudad, pero que ya se escuchan en Colombia de la Guajira al Amazonas. Uno de ellos, el “sino hasta”, referente a un plazo  o un  término próximo a cumplirse pero que se difiere. Y  recomienda “sino en”: Juan no llegará sino en febrero.

Aborda  además el caso problemático del “hasta” con doble negación, que tanto malestar causa a los redactores. Afirma Cuervo que se trata de un uso impropio. Es incorrecto decir no cejaré hasta no ver tu nombre deshonrado, y propone mejor no  cejaré mientras no vea tu nombre deshonrado.

Cosa por completo distinta ocurre con hasta las tres no llega, no almorcé hasta las tres. En forma resuelta sale Cuervo a defender esta expresión, porque sirve para indicar un hecho que se inicia a las tres, no un hecho que termina a esa hora. Es a las tres cuando llega, y no antes. A las tres empecé a almorzar.

Basta variar el orden de la frase, agrega Cuervo, para saber si es que el evento comienza o finaliza a esa hora: hasta las tres almorcé.

También sugiere hacerse esta pregunta en caso de duda: ¿llega antes de las tres? ¿Almorcé antes de las tres? Si la respuesta es negativa, deberá usarse el “hasta no”: hasta las tres no llega, no almorcé hasta las tres.

En la frase hasta las cuatro estuvo cantando, en cambio, debe omitirse el no, pues a la pregunta ¿estuvo cantando antes de las cuatro?, la respuesta es afirmativa. El hecho finaliza en ese instante. Es decir, justo a esa hora dejó de cantar, como el grillito.

* Escritor, corrector, profesor universitario, autor del libro ” Gramática simpática”

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