Desnudos’ ante la COVID mientras España baraja imponer el toque de queda

Tomado: Euronews

Desnudos y desprotegidos. Así dicen sentirse estos médicos internos residentes de Cataluña, en plena segunda ola de la pandemia, mientras el gobierno de España se plantea imponer el toque de queda en todo el país.

Los jóvenes sanitarios se han quitado la ropa en la plaza Sant Jaume de Barcelona para expresar su profundo malestar. Poco descanso, bajos salarios, falta de supervisión. Algunos de estos jóvenes médicos, que apenas comienzan en la profesión, denuncian que han tenido que dejar su especialización para unirse a la primera línea de combate contra el virus, asumiendo responsabilidades para las que no están preparados.

“__Hemos sido primera línea durante la pandemia, hemos dejado toda nuestra formación, hemos trabajado muchas más horas de las legales por un sueldo cercano al mínimo”, denuncia Francisco Javier Carreras, médico residente en medicina interna.

“Soy anestesióloga -explica Miriam Domínguez-. Me sacaron de mi formación de quirófano y me llevaron a trabajar a una UCI en la que llevaba seis pacientes junto a un residente un año mayor. Llevábamos la UCI prácticamente nosotros solos con un sueldo de seis euros brutos la hora”.

Los hospitales catalanes han visto cómo los enfermos de COVID-19 hospitalizados y en cuidados intensivos se duplicaban en las dos últimas semanas.

El Gobierno de España baraja imponer el toque de queda

Toda España vive al ritmo del nuevo envite del virus, que este martes dejó 218 muertos y cerca de 14.000 nuevos casos, a un paso de alcanzar el millón de contagiados desde el inicio de la pandemia.

El Gobierno baraja imponer un toque de queda, como el que están en vigor en buena parte de Francia, para frenar la ola de contagios. Sin embargo, eso exigiría decretar el estado de alarma y un consenso político, todavía incierto. Sin contar con que la figura del toque de queda no está especificada en la legislación española.

Los confinamientos perimetrales se extienden a más ciudades

Mientras tanto, cada vez más ciudades están siendo sometidas a confinamientos perimetrales. Burgos, en Castilla y León, quedó confinada este miércoles, siguiendo la senda de Salamanca, León y Palencia. En Extremadura, ya son siete las localidades con restricciones de movilidad.

Más al norte, en la comunidad autónoma de Navarra, con más de 1000 casos de coronavirus por cien mil habitantes, las medidas de confinamiento se aplicará desde este jueves.

Saturación en el hospital Severo Ocho de Madrid

En el hospital Severo Ochoa de Madrid, el fantasma de la saturación de los servicios vuelve a tomar cuerpo.

“Estamos saturados, pero de momento tenemos digamos un colchón para amortiguar la llegada porque nuestra unidad tiene 12 camas y ahora mismo hemos bajado a 10 pacientes COVID y otros 6 no COVID, que están repartidos en otras zonas del hospital”, explica Ricardo Díaz Abad, jefe de cuidados intensivos del hospital.

“Es verdad que esperábamos que se produjese una segunda ola, pero no tan temprano, cuando todavía no ha empezado la gripe, todavía no han empezado las infecciones respiratorias de nuestros pacientes respiratorios habituales y bueno, estamos un poco con la incertidumbre de qué va a pasar cuando comience el frío y, sobre todo, cuando comience la gripe”, resume la enfermera Sonia Carballeira.

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