¿Se acabarán los subsidios de energía y gas?

Tomado de. Semana/Septiembre 2018

La discusión sobre el futuro de los subsidios muestra los problemas en materia de financiamiento y la necesidad de ajustes en muchos frentes.

Mientras que algunos senadores afirman que el gobierno estaría pensando en desmontar los subsidios de energía y gas para los estratos más bajos, el gobierno nacional se comprometió a mantenerlos. Una polémica que al final lo que muestra es las grandes pujas que vendrán por el presupuesto general de 2019 y la necesidad de ajustar el gasto y focalizar los subsidios.

La discusión está encendida. “El Ministerio de Hacienda está considerando el desmonte de estos subsidios para el estrato 3 a partir del próximo año y para los estratos 1 y 2 el desmonte se haría de manera gradual”, afirmó el senador de la república por el Partido Liberal Mauricio Gómez Amín, al terminó de una reunión que sostuvo con el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, para revisar la versión preliminar de la regionalización del presupuesto general de la nación (PNG) 2019. Para el congresista costeño esto podría causar un “apagón” en la costa Caribe y/o traer un aumento de las tarifas de hasta el 70 por ciento.

Al respecto la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, aclaró que el gobierno del presidente Iván Duque reconoce la importancia que tienen estos subsidios para los colombianos de menores ingresos y que harán todos los esfuerzos para lograr su financiación en el presupuesto del año 2019.

Sin embargo, reconoció que en el presupuesto efectivamente existe una desfinanciación de dichos subsidios por cerca de 2,5 billones de pesos, “por lo que el Ministerio de Hacienda está trabajando para cubrir ese déficit”, agregó.

Esta polémica es solo una muestra de los problemas que está teniendo el gobierno nacional para financiar el presupuesto del 2019 ante un faltante de financiación de alrededor de 25 billones de pesos, según cifras del mismo Ministerio de Hacienda. Por esto, los diferentes ministros y hasta el presidente se han quejado públicamente en diversos escenarios que el presupuesto recibido por parte de la administración Santos “no dejó plata para múltiples sectores e importantes programas”.

Cabe recordar que el presupuesto de 258,9 billones de pesos para 2019 trae un fuerte crecimiento del pago de la deuda de casi un 39 por ciento, mientras que la inversión se reduce en un 9,4 por ciento. No obstante, el ajuste de la inversión en algunos sectores es mucho más alta como en minas y energía donde el recorte alcanza el -42,7 por ciento y de ahí que efectivamente hoy no haya plata para cubrir todos los subsidios.

Sin embargo, no es el único sector donde esto ocurre. La inversión en educación tiene una caída del 39,8 por ciento, inclusión social y reconciliación (-7,4 por ciento), agropecuario (-18,9 por ciento), vivienda (-13,4 por ciento), ciencia y tecnología (-34,7 por ciento), ambiente y desarrollo sostenible (-36,5 por ciento) y deporte y recreación (-45,2 por ciento), entre muchos otros.  Esto hace que según la versión preliminar del presupuesto general de la república no haya recursos suficientes para pagar por completo importantes y múltiples programas sociales como Familias en Acción, la mayor cobertura del ICBF, igualar los regímenes contributivo y subsidiado o atender los recobros en salud, el Programa de Alimentación Escolar o los créditos de educación superior del Icetex, los programas de cobertura y subsidios de tasa para vivienda o los subsidios en el servicio de energía eléctrica para los estratos más bajos de la población, entre muchos otros.

El pasado 5 de septiembre el Senado de la República aprobó por una amplia mayoría el monto del presupuesto en los 259 billones, el cual se consideraba responsable desde el punto de vista financiero pues este el monto que permite cumplir con la regla fiscal, fundamental para que el país no pierda su calificación crediticia y mantenga la confianza de los mercados internacionales.

No obstante, a partir de entonces lo que se esperaba era que el Ministerio de Hacienda presentara cómo iba a redistribuir las prioridades para poder cumplir con los programas sociales, qué ajustes del gasto va a implementar y qué nuevas reformas iba a promover. El gobierno anunció un ajuste del 7,5 al 10 por ciento en los gastos generales, ente ellos la adquisición de bienes y servicios, viáticos, mantenimiento y contratos por prestación de servicios. Además, de una nueva ley de financiamiento (que incluye cambios en materia tributaria).  Sin embargo, es necesario conocer la propuesta completa para saber realmente si los recursos van a alcanzar o no, y qué programas y subsidios efectivamente tendrán que sufrir un ajuste.

El tiempo corre. Definido el valor total del presupuesto, las comisiones conjuntas de tercera y cuarta tendrán hasta el 25 de septiembre para concretar la distribución. El trámite final en plenaria del Senado y la Cámara para aprobar el presupuesto es hasta el 20 de octubre.

 De ahí la inconveniencia de que en vez de estar discutiendo cuáles serán los ajustes en materia de gasto y cuál es el programa económico del nuevo gobierno, el ministro este ocupado defendiéndose por el tema de los bonos del agua. Se requiere una pronta solución a esto para que el país se centre en las discusiones que más le importan a los ciudadanos.

 

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