Hispanos y afroamericanos, los más golpeados por la pandemia en Nueva York

Texto por: Mamen Sala

Varios residentes del barrio de Brooklyn, en Nueva York, EE. UU., se dirigen a recibir ayudas alimenticias en una imagen del 24 de abril de 2020. © Mike Segar / Reuters

Tanto por la vulnerabilidad económica en la que se encuentra gran parte de la población latina y afroamericana de la ciudad estadounidense como por su exposición al trabajar en los puestos de primera línea, las consecuencias de la pandemia afecta más a ambas comunidades.

En Estados Unidos, la población más castigada por el COVID-19 están siendo los latinos y afroamericanos. Solo en Nueva York, el 34% de los fallecidos por coronavirus son hispanos, a pesar de que solo representan el 29% de la población neoyorquina.

Detrás de estas terribles cifras hay varios motivos, y desgraciadamente no es por una cuestión fisiológica. La comunidad latina es la que más se expone en esta pandemia: son ellos quienes ocupan puestos en primera línea de batalla y realizan trabajos esenciales que permaneces abiertos.

La mayoría de los trabajos que realiza la comunidad latina en este país no pueden realizarse de manera virtual. Es el caso de Antonio Acevedo y Nelson Quijano, dos salvadoreños que residen en el Bronx y no han dejado de trabajar desde que comenzó la crisis sanitaria. “Sí me da miedo, pero el problema es la necesidad”, nos cuenta Nelson, padre de 3 niños, “pero el problema es que si nos quedamos en casa y no recibimos ningún tipo de ayuda los bills (facturas) no esperan y necesitamos trabajar para poder mantener la familia”.

Antonio, su compañero, no tiene seguro sanitario y si enfermara tendría que abonar el tratamiento por su cuenta, un gasto que puede suponer alrededor de 34.000 dólares, pero ni siquiera eso le impide ir a trabajar cada día. “Tengo que aprovechar porque luego no sé si tendré trabajo”, cuenta a France 24.

Dentro de la comunidad hispana hay un grupo aún más vulnerable, y son los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en este país. Cuentan con trabajos poco estables y no suelen disponer de seguro médico. Enfermar no es una opción para ellos: si enferman, nunca acudirán a un hospital por miedo a ser detenidos. Y es que el Covid 19 ha sacado a la luz las diferencias sociales que existen en este país, porque a pesar de que el coronavirus no hace distinciones a la hora de contagiar, no todo el mundo es igual cuando de asumir los riesgos se trata.

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