Antonio Machado, segunda parte

Continúa el apasionante artículo de Silvio Avendaño. Profesor de filosofía y letras de la Universidad del Cauca sobre la obra del poeta sevillano.

La pérdida española no es solo a nivel del poder colonial al comienzo del siglo XX, es una perdida que ha afectado la ortografía interior, la situación espiritual, árida acre y de plata.

Veamos esa soledad, campos de convento…

                                                                                                                 

                                                        Filósofos nutridos de sopa de convento

contemplan impasibles al amplio firmamento

Y si les llega en sueños, como un rumor distante

clamor de mercader es de muelles de levante

no anudarán siquiera  a preguntar: ¿Qué pasa?

 

El mundo espiritual español se ha quedado en la contemplación, sin mayor interés por los problemas del presente, por la situación vital… además el hombre está escondido y preso del alcohol.

                                                                                                                                      

                                                                              En todas he visto

caravanas de tristeza

soberbios y melancólicos

borrachos de sombra negra

 

 

España miseria… desierta… el mundo de la política no trae ninguna esperanza. La política es un círculo vicioso para acercarnos a la situación vayamos a un pueblo pequeño, que bien puede ser Soria o Baeza, entremos en cualquier tahona pidamos un vino y sentémonos en un rincón:

                                                                                                                                               

                                                                                        Yo no se

don José

como son los liberales

tan perros ,tan inmortales.

Oh tranquílice usted

pasados los carnavales

vendrán los conservadores

buenos administradores

de su casa.

 

 

La vida política se encuentra cerrada porque ha sabido solucionar los problemas del áspero suelo. Las obras del famoso progreso no aparecen y si lo hacen aparecen pálidas y titilantes. Quizá en Soria o Baeza se quitaba dos o tres veces el servicio de la luz. En una noche:

                                                                                      Anochece

el bilo de la bombilla

se enrojece

luego brilla,

resplándece

poco más que una cerilla.

Quietos, eternos, sin una sombra de pecado, sin

movimiento y sin sonido del reloj, se vive en un  tiempo que

es un mar muerto.

Es estos pueblos se lucha

sin tregua con el reloj,

con esa monotonía

que mide el tiempo vacío.

Y España que tiende hacia el desierto, hacia ese empobrecimiento físico de la meseta castellana, azafranada y polvorienta, que se va desmoronando, sin arboledas pues en tiempo de Felipe II y la famosa armada invencible, la destruyó para convertirla en máquina de guerra, vive, sin conciencia de la situación… se vive urgido por  la necesidad, en búsqueda del pan y la vivienda.

antonio M
Don Antonio Machado

                                                El hombre de estos campos que incendia los pinares

su despojo aguarda como botín de guerra

antaño hubo raído los negros encinares

talados los robustos robledos de la sierra.

Hoy ve sus pobres hijos huyendo se sus lares

la tempestad llevarse los limos de la tierra

por los sagrados ríos hacia los anchos mares

y en los páramos malditos, trabaja, sufre y yerra.

Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta

no fueron estos campos en bíblico jardín

son tierras para el águila, un trozo de planeta

por donde cruza errante la sombra de Caín.

Castilla no es aquella tan generosa un día

cuando Mío Cid el de Vivar volvía

ufano de su nueva fortuna y opulencia

a regalar a Alfonso las huertas de Valencia

o que tras la aventura que acreditó sus bríos.

Pedía la conquista, al de los grandes ríos

indianos a la corte, la madre de soldados

querreros y adalides que han de tornar cargados

de plata y oro a España, en regios galeones

para la presa de cuervos, para la lid de leones…

Castilla miserable ayer dominadora

envuelta en sus harapos, desprecia cuanto ignora.

Y al cabo, nada os debo; debeisme cuanto he escrito..

a mi trabajo acudo, con mi dinero pago

El traje que me cubre, y el lecho donde vago.

Y cuando llegue el día, del último viaje

Y está a partir la nave que nunca ha de tornar

Me encontrareis a bordo, ligero de equipaje,

casi desnudo, como los hijos de la mar.

 

 

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