Tenemos Legítimo Culillo

El TLC Suscita cada vez mas temores, dudas y sospechosas

El secreto de los Ptolomeoss, dinastía que gobernó durante tres siglos a Egipto, fue la acumulación de conocimientos exclusivos.  Consideraban sus príncipes que no bastaba a un imperio con disponer de información, sino que eran indispensable evitar que otras naciones la tuvieran. Así, además de formar la colosa biblioteca de Alejandría; consideraron las primadas, expoliaron las de los vencidos, copiaron las ajenas, hurtaron manuscritos prestados, adquirieron conexiones (la biblioteca de Aristóteles fue base de la Alejandrina) y procuraron boicotear los esfuerzos de otras ciudades para culminar libros. Gracias a ello, Pergamo, rival de Egipto, invento el pergamino, manual mucho más duradero que papiro, cuyo tráfico en el Mediterráneo había sido bloqueado Alejandría.

Otros fueron más allá en su afán por monopolizar el poder de la sabiduría.  ShiGuanxi imperio en China, prendió candela a cuantos documentos y mamotretos encontró –es la mas extensa quema de libros de la historia –como preámbulo.

Esta semana se desarrolla una nueva ronda de negociaciones de trabajo con los países andinos. Y a medida que las conversiones avanzan, quedan mas claros los siguientes puntos: 1) Que el TLC no es una panacea. 1) Que por el contrario, podría obstaculizar el desarrollo nacional e hipotecar el futuro. 3) Que lo que se gana con el por un lado (algunos miles de empleos urbanos),  se pierde por el otro (cientos de miles de cesantes rurales). 4) Que no los negociadores estadounidenses, aunque icen la bandera oficial representan los intereses de poderosas empresas multinacionales. 5) Que no esta gestionándose un mero acuerdo comercial, si no que tras el se esconden  una concepción del mundo y una perspectiva histórica. 6) que la experiencia de otros países firmantes del TLS Como México y Chile, demuestran ser mas negativas que benéficas 7) Que por entusiasta que se muestre el gobierno  colombiano ante este instrumento, estamos obligados a aceptarlo. Que allí que un catedrático e la ciudad de Columbia (Estados Unidos) (aconseje que, si la propuesta gringa resulta a la postre desventajosa, los países andinos deben levantarse de la mesa e irse.

En los últimos días se ha extendido el temor ante el TLC. Ya advierten de sus peligros los <<extremistas de izquierda>>, y también celebres profesores, investigadores juiciosos e ilustres ex presidentes. El seminario <<Globalización, derechos de propiedad intelectual y equidad social>>, realizado en Bogotá, permitió conocer las criticas al TLC de reputados expertos internacionales.

En el corazón del asunto esta la milenaria inquietud de ShiGualXI y los Ptolomeo: el acceso al conocimiento. Estados Unidos pretende blindar su información sobre ciencia y tecnológica, al fin de ordenarle máximos>> beneficios económicos.

un nuevo amacer
Tomada de internet

Por eso la biopiratería. Por eso las normas draconiana de propiedad  intelectual. No es solo que ahora el (CJ del Pato Donald  se extendía unos años mas; es que, en materia farmacéutica, subirían tanto los costos de derechos; que los países pobres pagarían su inopia con el aumento de muertos y enfermos. En Colombia –revela el senador Jorge Enrique Robledo- “el precio anual de los medicamentos aumentaría en casi 780 millones de dólares si Estados Unidos se sale con la suya.”

Veintitrés siglos después, los imperios ya no queman bibliotecas ajenas. Para asegurarse la exclusividad del conocimiento acuden a tratados internacionales que les garantizan prerrogativas especiales sobre el.

En otras aéreas, el impacto social podría ser devastador. Así lo asegura un estudio de la Universidad de los Andes sobre efectos laborales del TLC. Ahí salimos como el equipo de futbol de Mapocho, que por cada gol que  anotaba le clavaban ocho.

Esto explica que estadistas por encima de toda sospecha recomienden andar con cuidado en tan resbalosa pendiente. El chileno Eduardo  Frei asegura que es muy riesgoso enfocar el intercambio hacia un solo socio, y el ex presidente  costarricense Rodrigo Carazo previne: << Este tratado es una muestra mas de las tantas <<vividas en nuestra historia que han producido fuertes dolores como consecuencia de serios engaños>>.

Lo mas sospechoso en el enema del libre comercio que quiere embutirnos Estados Unidos es que no se lo receta para si mismo (sigue protegiendo a sus agricultores con subsidios), ni fue el que le permitió convertirse en potencia mercantil. Este país –admirable en muchos sentirlos, pero no en su animus imperandi –se desarrollo cuando había pocas leyes de derechos intelectuales, y las que había las violaba de manera flagrante. Que ahora vote el embudo y nos invite a entrar por el hueco chiquito hace que los ciudadanos de países pobres desconfiemos del TLC: Tenemos legítimo culillo

 

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