“Parral, julio 12 de 1904: Rosa Basoalto-profesora de primaria de la localidad que desde años sufre de un mal incurable_ dio a luz a un niño…”Solo su esposo, José del Carmen Reyes, se encargó de transmitir la noticia entre parientes y vecinos. Pero casi 70 años más tarde(en 1973) todos los teletipos del mundo anunciaban: ” Santiago-Chile” septiembre 23: hoy murió en esta capital el poeta Pablo Neruda,Premio nobel de literatura…” es que aquel niño sureño se había transformado en uno de los hombres más famosos y admirados del mundo.Aquel niño nació como Neftalí Reyes Basoalto y murió como Pablo Neruda.
La alegría del nacimiento se vio pronto empanadas por la muerte de la madre de Pablo Neruda. El poeta cuenta así: “Un mes después, sin que yo lo recuerde, sin saber que la mire con mis ojos, murió mi madre. Solo pudo conocerla por un retrato: “Era una señora vestida de negro, delgada y pensativa.”
En 1906 la familia se traslada a Temuco donde su padre se casa con Doña Trinidad Candía Marverde a quien el poeta bautiza como mamadre, dado que esta mujer lo amo como verdadero hijo.
“La Mamadre viene por ahí
Con suecos de madera…
Oh dulce mamadre
Nunca pude decirte
Madrastra…”
En 1910 ingresa al Liceo de Hombres de Temuco, es en esta ciudad donde publica sus primeros poemas en el Periódico Regional La Mañana. 1919 obtiene el primer premio en los Juegos Florales de Maule con su poema Nocturno ideal.
1920 se convierte en un año importante para el: obtiene el primer premio en la Fiesta de la Primavera de Temuco, termina sus estudios y hasta entonces había usado el nombre de Neftalí Reyes, pero este año adopta el nombre de Pablo Neruda.
“Por ese tiempo llegó a Temuco una señora alta, con vestidos muy largos y zapatos de taco bajo. Era la nueva directora del liceo de niñas… se llamaba Gabriela Mistral, la visite muy pocas veces. Lo bastante para que cada vez saliera con algunos libros que me regalaba…”
En 1921 se radica en Santiago y estudia pedagogía en francés en la Universidad de Chile, donde obtiene el primer premio de la fiesta de la primavera con el poema La canción de fiesta, publicado posteriormente en la revista Juventud. En 1923, publica Crepuscúlario. Al año siguiente y con solo 20 años aparece en Editorial Nacimiento sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada, libro que convierta al joven estudiante en el poeta más popular de Chile.
Abandona sus estudios porque se ha titulado de poeta. En 1927 es designado Cónsul en Rangún (Birmania), iniciando una carrera diplomática que lo llevara por distintos países. En 1933 publica un libro fundamental en su obra y en toda la literatura contemporánea: “Residencia en la Tierra”. Al año siguiente Neruda es prestado por el poeta español Federico García Lorca en la Universidad de Madrid.
1945 es otro año importante en su vida: obtiene el Premio Nacional de Literatura; recién ingresado a la actividad política, es elegido Senador de la República; se publica su libro <<Alturas del Machu Pichu>>.
En 1950 se publica en México “Canto General”, extenso libro donde intenta abarcar la tierra, la historia, los trabajos, los dolores, esperanzas y sueños del hombre americano. En 1953 contrae matrimonio con Matilde Urrutia, tercera esposa, inspiradora de sus poemas de amor de madurez.
1954 en la celebración de sus 50 años de vida da motivo a numerosos actos a los que concurren personalidades de todo el mundo. Neruda dona a la Universidad de Chile su valiosa biblioteca y una extraordinaria colección de caracolas. Este mismo año publico las <<Ondas Elementales>>, libro muy distinto a su obra anterior, en el que asume la celebración de las cosas, seres y actos cotidianos de la vida del hombre corriente.
En 1961 su libro “Veinte poemas de amor una canción desesperada” completa un millón de ejemplares.
Después de la donación dela biblioteca a la Universidad de Chile fue formando otra, que hoy se conserva en su casa <<La Chascona>>, de Santiago, al cuidado de la fundación Pablo Neruda, encargada de la conversación de su patrimonio y la proyección de su obra. Cumple así su testamento poético
Dejo mis libros
…a los poetas de América”
Con el mismo fin se trabaja en el museo de su casa
De Isla Negra. Falta aun cumplir su último anhelo:
<<Compañeros, enterradme en Isla Negra,
Frente al mar que conozco…>>
<<Abrid junto a mi el hueco de la que amo,
Y un día dejadla que otra vez
Me acompañe en la tierra>>.
Murió en Santiago el 23 de septiembre de 1973.
Como complemento de esta reseña biográfica Leonardo da Vinci presenta dos poemas de distinta índole del mismo autor.
EL INSECTO
De tus caderas a sus pies
quiero hacer un largo viaje.
Soy más pequeño que un insecto
Voy por estas colinas,
son de color de avena.
Tienen delgadas huellas
que solo yo conozco,
centímetros quemados,
pálidas perspectivas.
Aquí hay una montaña.
No saldré nunca de ella.
Oh que musgo gigante!
Y un cráter, una rosa
De fuego humedecido!
Por tus piernas desciendo
hilando una espiral
o durmiendo en el viaje
y llego a tus rodillas
de redonda dureza
como a las cimas duras
de un claro continente.
Hacía tus pies resbalo,
a las ocho aberturas,
de tus dedos agudos,
lentos peninsulares,
y de ellos al vacío
de la sábana blanca
caigo, buscando ciego
y hambriento tu contorno
de vasija quemante!
Pablo Neruda
Promulgacion de la ley del Embudo 
Ellos se declararon patriotas.
En los clubs se condecoraron
y fueron escribiendo la historia.
Los parlamentos se llenaron
de pompa, se repartieron
después la tierra, la ley,
las mejores calles, el aire
La Universidad, los zapatos.
Su extraordinaria iniciativa
fue el Estado erigido en esa
forma, la rígida impostura.
Lo debatieron, como siempre,
con solemnidad y banquetes,
primero en círculos agrícolas,
con militares y abogados.
Y al fin llevaron al Congreso
La Ley suprema, la famosa,
la respetada, la intocable
Ley del Embudo.
Fue aprobada.
Para el rico la buena mesa.
La basura para los pobres.
El dinero para los ricos.
Para los pobres el trabajo.
Para los ricos la casa grande.
El tugurio para los pobres.
El fuero para el gran ladrón.
La cárcel al que roba un pan.
Paris, Paris para los señoritos.
El pobre a la mina, al desierto.
El señor Rodríguez de la Crota 
habló en el senado con voz
meliflua y elegante.
“Esta ley, al fin, establece
la jerarquía obligatoria
y sobre todo los principios
de la cristiandad.
Era tan necesaria como el agua.
Solo los comunistas, venidos
del infierno, como se sabe,
pueden discutir este código
del Embudo, sabio y severo.
Pero esta posición asiática,
venida del sub-nombre, es sencillo
refrenarla: la cárcel todos,
al campo de concentración,
así quedaremos solo
los caballeros distinguidos
y los amables yanaconas
del Partido Radical”
Estallaron los aplausos
de los bancos aristocráticos:
que elocuencia, que espiritual,
que filósofo, que lumbrera!
Y corrió cada uno a llenarse
los bolsillos en su negocio,
uno acaparando la leche,
otro estafando en el alambre.
otro robando el azúcar
y todos llamándose a veces
patriotas, con el monopolio
del patriotismo, consultado
también en la Ley del Embudo.
Oda al tomate
La calle
Se lleno de tomates,
Mediodía,
Verano
La luz
Se parte
En dos
Mitades
De tomate,
Corre
Por las calles
El jugo
En diciembre
Se desata
El tomate
Invade
Las cocinas,
Entra por los almuerzos
Se sienta
Reposado
En los paradores,
Entre los vasos,
Las mantequilleras,
Los saleros azules.
Tiene
Luz propia,
Majestad benigna.
Debemos, por desgracia,
Asesinarlo:
Se hunde
El cuchillo
En su pulpa viviente,
Es una roja
Víscera,
Un sol
Fresco,
Profundo
Inagotable,
Llena las ensaladas
De Chile,
Se casa alegremente
Con la clara cebolla,
Y para celebrarlo
Se deja
Caer
Aceite,
Hijo
Esencial del olivo,
Sobre sus hemisferios entreabiertos,
Agrega
La pimienta
Su fragancia,
La sal su megnetismo:
Son las bodas
Del día,
El perejil
Levanta
Banderines. 
Las papas
Hierven vigorosamente,
El asado
Golpe
Con su aroma
En la puerta, ¡es hora!,
¡Vamos!
Y sobre la mesa, en la cintura
Del verano,
El tomate,
Astro de tierra,
Estrella
Repetida
Y fecunda,
Nos muestra
Sus circunvoluciones,
Sus canales,
La insigne plenitud
Y la abundancia
Sin hueso,
Sin coraza,
Sin escamas ni espinas,
Nos entrega
El regalo
De su color fogoso
Y la totalidad de su frescura.
Póstumamente se publicaron sus memorias en 1974, con el titulo Confieso que he vivido.
*Tomado de Pablo Neruda www.Uchile.cl/neruda/
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