Carta abierta de Concha Benavides a los maestros de Bogotá

Estimados colegas hace ya un poco más de cuatro años que comenzamos a editar el Leonardo da Vinci, iniciativa que surgió del análisis de las condiciones de la educación pública y de la necesidad de sacar un periódico que tuviera una posición consecuente y bien argumentada en la defensa de los intereses de la comunidad educativa, que promoviera la ciencia, el arte, y que fuera agradable en la forma.

Concha Benavides. Directora periódico Leonardo da Vinci

Esta humilde publicación se viene aprestigiando y su radio de acción se expande, pues comenzamos en Bogotá donde es quizás la más vendida en el gremio de maestros, y ahora llegamos a varias regiones del país.

Ciertos materiales sobre lingüística, filosofía, biología u otros temas han servido de estudio en universidades y colegios. Algunos profesores nos dicen: “consíganme el número tal, que tiene el artículo que me interesa trabajar en mi colegio”; y otros ¡yo tengo la colección completa de Leonardo da Vinci! Eso nos emociona y nos da ánimo para seguir trabajando y para mejorar cada día más, teniendo en cuenta las permanentes observaciones que no hacen nuestros amigos y a sabiendas de que apenas somos aprendices de escritores.

Hemos mantenido una posición de lucha sin tregua contra la política educativa del gobierno y fustigado la concertación y las claudicaciones de las organizaciones sindicales del magisterio, pues  facilitaron que se acabara con nuestras conquistas  de medio siglo de bregas. Hemos constatado que, entre mayor descomposición ideológica acusan  la ADE  y Fecode, mayor es el burocratismo de sus dirigentes. Hoy vemos la necesidad de tomar parte activa en las próximas elecciones de la ADE, para propiciar desde allí un cambio de rumbo en la orientación del gremio de los maestros de la capital. Para ello llegamos a un acuerdo con el Partido Socialista de trabajadores, PST. y el Comité por la Defensa del Pensamiento de Francisco Mosquera, sobre la base de un documento que se reproduce en esta edición del periódico.

Desde esta tribuna hago un llamado al magisterio de Bogotá para que se una a nuestra campaña electoral para la Junta directiva de la ADE, cuya cabeza de lista es Rosa Cecilia Lemus, activista de larga trayectoria representante del PST. En el segundo renglón va mi nombre. Si tenemos éxito el periodo será compartido, las actuaciones se regirán por el programa acordado y las decisiones importantes se tomaran por consenso.

Estas elecciones son una  buena oportunidad  para superar el miedo y el escepticismo, rescatar la lucha franca y abierta contra la globalización en la educación,  revindicando la vigencia del instrumento de lucha propio de los trabajadores del mundo: el paro. Vamos a agitar las ideas que hemos venido planteando hace días y el programa conjunto. Es preciso hacer conciencia de la necesidad de implementar una buena y objetiva capacitación sindical, política, cultural y científica, para poder enfrentar en el terreno de las ideas a los enemigos del pueblo. La organización sindical debe estar para servir al gremio y a la comunidad educativa y no al gobierno. Las elecciones son también una buena posibilidad para pugnar por  consolidar la organización gremial, superar el descrédito y ganar en mayor confianza en la lucha. La actividad parlamentaria y las demandas deben supeditarse a la pelea de las masas y no al contrario.

 Hemos fustigado la concertación y las claudicaciones de las organizaciones sindicales del magisterio

El sindicato debe garantizar como mínimo la información actualizada a todas las escuelas y los colegios de la ciudad; no basta con un discurso aparentemente radical,  si a la hora de la verdad se buscan toda clase de pretextos para que no haya lucha e imponer la desvergonzada conciliación, lo cual acrecienta el derrotismo. Para poder avanzar en la dirección propuesta, hay que empezar por elegir candidatos que consecuentemente demuestren defender tales postulados ¡Apelamos a su apoyo!

Las elecciones son propicias para ilustrar a los docentes no solo en la suma de medidas contra la educación, sino también en cómo, desde nuestro puesto de educadores, podemos desplegar tácticas de lucha que forjen las jóvenes generaciones, utilizando el poema, la canción, la historia, la filosofía, el español, etc.; podemos y debemos rescatar la libertad de cátedra y de opinión, hay que combatir a los rectores verdugos, afectados como cualquier maestro por el mismo patrón; desenmascaremos los cantos de sirena de esta administración y digámosle al profesorado que aquí se sigue aplicando al pie de la letra la “revolución educativa”  de Uribe y Cecilia Vélez.

Es buena hora de cambiar el carácter de nuestros delegados a los diferentes cargos sindicales. No se puede permitir más que primen los interese particulares y de acomodamiento de una burocracia sindical, que utiliza tales cargos no en beneficio del gremio sino como palanca para llegar a los puestos de la administración. Buena parte de los directivos de la ADE terminan siendo “asesores de personajes indeseables” como Cecilia Vélez, y antes que voceros de las angustias del magisterio, lo son de las políticas de la Secretaria de educación, es lo que lamentablemente vemos hoy en la gran mayoría de directivos, quienes se entregan por cargos para sus familiares o amigos políticos.

Mientras tanto, hay escuelas y colegios que jamás son visitados por delegados o directivos, excepto en días de elecciones a la junta, como cualquier promesero de los partidos tradicionales. Los comités locales son “organizados” a última hora para presentarse como grandes luchadores y conseguir votos.

Superemos el miedo y empecemos un nuevo proceso de lucha, como en viejos tiempos, para derrotar junto con el resto de los trabajadores la lesiva ley 100, la 715 y sus reglamentarios. Si creemos en nosotros mismos podemos avanzar. Ya hemos perdido demasiadas cosas y es hora de tomar aliento, respirar profundo y rescatar lo que se ha perdido. La organización sindical es de los maestros, limpiémosla.

No puedo terminar estas líneas sin referirme a un asunto que resulta decisivo en cualquier empresa que nos propongamos: el problema financiero. La dura realidad del periódico es que todo el tiempo hemos estado quebrados económicamente. A veces algunos amigos nos compran suscripciones de apoyo, pero aún así nunca hemos conseguido la plata completa para pagar diagramación, corrección ortográfica y de estilo, fotografías e impresión, sin contar que el costo de los transportes también ha salido de nuestro bolsillo. A los costos de la edición y distribución del periódico se suman ahora los de la propaganda para las elecciones. Aquí es preciso también apelar nuevamente a los maestros que simpatizan con nuestros planteamientos y creen en nuestra honestidad; a ellos les pedimos su ayuda.

Aportemos nuestro granito de arena para construir una educación científica y al servicio del pueblo y crear una Colombia libre y soberana. Estimado colega, le pido su respaldo a nuestra plancha, la número dos(2), para la junta directiva de la ADE encabezada por Rosa Cecilia Lemus y Concha Benavides  Para la asamblea de delegados la plancha que encabezo es la numero 149

Cordialmente, Concha Benavides.

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