Desde hace varios años la Secretaría de Educación del Distrito ha pretendo cerrar el colegio nocturno Campestre Monteverde, ubicado en el barrio San Luis. El plantel es el único del sector en donde, en más de doce barrios, habita una comunidad de estratos uno y dos. Han sido los esfuerzos de profesores, estudiantes y los de la comunidad los que han impedido que la Secretaría cumpla su propósito.
La negativa de la Administración a nombrar los profesores de sistemas e inglés llenó la copa y llevó a los estudiantes a tomarse la institución por casi una semana. Fue una jornada pacífica, pero hoy los enemigos de esta lucha están diciendo que los estudiantes, como si fueran salvajes, habían cogido el colegio a piedra y le habían echado candela. La principal reivindicación de los jóvenes es que su estudio tenga un énfasis en sistemas y se asignen profesores especialistas para las áreas. Lamentablemente esta solicitud no ha tenido eco, porque la administración argumenta que el nombramiento el año pasado de una profesora para atender la primaria, completó el límite máximo de docentes para atender una institución de las características del nocturno Monteverde.
Queremos denunciar que los educadores que de una u otra manera respaldan las peticiones de los alumnos han sido estigmatizados y corre el rumor de un posible traslado a las profesoras que por años han defendido la nocturna, como es el caso de la directora del Leonardo da Vinci. Desde estas columnas hacemos un llamado a toda la comunidad, al párroco, juntas comunales y demás a seguir en la tarea de defender la existencia de la jornada nocturna del colegio Campestre Monteverde.
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