Los obreros de la floricultura comienzan a organizarse de manera independiente

Entrevista con Aidé Silva, presidenta de Untraflores 

La dirigente habló sobre la importancia de la floricultura, las duras condiciones laborales y su valiosa experiencia organizativa

 LdV. ¿Qué tan importante es la producción de flores en el mercado colombiano y de exportaciones?

 A.S. Es muy importante; ocupa el cuarto renglón de exportaciones después del café, el petróleo y el carbón; gracias a esto ingresan 700 millones de dólares al país. El 98% de la producción se exporta.

LdV. ¿Cuántos trabajadores hay?

 A.S.  Alrededor de noventa mil, el 65% mujeres, la mayoría cabezas de hogar.

 LdV. ¿Quiénes son los propietarios de las empresas?

 A.S. Hasta hace unos 8 años eran únicamente empresarios colombianos. En 1997 entró la multinacional Dole y compró las empresas más grandes, entre ellas Splendor Flowers, Floramérica, la Fragancia, Santa Mónica, las Palmas y otras. Creo que tiene unos 29 cultivos. Hay también otros inversionistas norteamericanos.

 LdV. ¿A cuánto ascienden las utilidades? 

 A.S Las ganancias han oscilado entre el 15 y el 20% de las ventas.

 LdV. ¿Es cierto que a las mujeres les pagan menos que a los hombres?

 A.S.  No, a todos los trabajadores se les paga igual.

 LdV. ¿Cuáles son las prestaciones salariales?

A.S. Yo creo que la ley 50 fue un caos para todos los trabajadores porque legalizó las bolsas de empleo. Los trabajadores que se mantienen con contrato directo tienen algunas prestaciones, que significan muy poco, por ahí 30 ó 40 mil pesos por encima del mínimo; además del subsidio familiar, dominicales, de pronto algunas primas extra legales. Eso no en todas las empresas. Yo creo que se está contratando hasta el 50% por temporales o cooperativas, en condiciones laborales precarias, sin afiliación a las E.P.S ni a la seguridad social en general.

 La mayoría de las empresas contratan buses en mal estado para transportar a los obreros. Esto causa desgracias como la del 14 de julio de este año cuando un bus de Splendor se estrelló y murieron tres trabajadores y muchos quedaron gravemente heridos. La multinacional alquila buses malos por ahorrarse unos pesos.

 LdV. Sabemos que han estado en proceso de construir sindicatos. ¿Cómo han respondido los trabajadores y los patrones?

A.S. En el 2001 por todo lo que estaba pasando (desmejora de los salarios y las prestaciones) nos pusimos a la tarea de organizar a los noventa mil obreros, por eso nació Untraflores. Ha sido duro por las persecuciones; sin embargo, hemos logrado formar organizaciones de base en tres empresas, para proteger con los fueros de fundadores y de adherentes a quienes deciden sindicalizarse, pero, a la vez, todos se afilian a Untraflores. Las empresas responden persiguiendo y formando sus sindicatos patronales. En Splendor, el cultivo de flores más grande del mundo, hay 700, en Cóndor unos 40 (por la persecución no se ha podido avanzar más) y en Benilda como 100. Untraflores nació en Benilda

LdV. ¿Cómo es el trabajo que tiene que hacer un obrero?

A.S. El salario mínimo que ganamos no compensa la magnitud del trabajo ni la exposición a distintos peligros. El trabajador se levanta más o menos a las cuatro de la mañana. En las temporadas altas, muchas veces hay quienes trabajan hasta treinta y seis horas seguidas, y luego de apenas tres o cuatro horas de descanso se vuelve al cultivo. Allí uno se mantiene debajo de un plástico soportando temperaturas de 36 grados centígrados y exponiéndose a intoxicaciones, como sucedió en noviembre de 2003 en Flores Aposentos, donde hubo casi de 400 trabajadores intoxicados. Por la dureza del trabajo son comunes los problemas de columna, el síndrome del túnel carpiano, las varices. Cuando los patrones ven un trabajador enfermo lo botan.

 LdV. ¿Cuáles son las expectativas de las empresas y de los trabajadores con el TLC?

 A.S.  A nivel del sindicato conocemos muy bien el TLC. Sabemos que no le va a hacer bien al país y menos a los obreros y el sector agrícola, pero en general los operarios no lo conocen. Para los empresarios está bien pues las preferencias arancelarias siguen.

 LdV. Usted fue invitada a Alemania en el 2003. Podría comentarnos la experiencia.

 A.S. Fue una invitación de Fescol, que es una ONG europea; tuve la oportunidad de ir  Viena, a Austria, y a varias partes de Alemania. También fueron dirigentes de la USO, Fecode, la CTC; en total, nueve delegados. Yo me reuní con el presidente de Florimex, el más grande importador alemán, a quien le conté la persecución a la que nos tenían sometidos. Él pregunto si cerraba el mercado a Benilda, le respondí que no pero que le pusiera la condición de que nos dejaran asociar. También hablamos con los sindicatos alemanes, los cuales nos han apoyado.

 LdV. ¿Qué han logrado con el sindicato?

 A.S. Lo más importante es que se ha ganado el respeto hacia la organización.

 LdV. ¿Cuántos afiliados hay en Untraflores?

 A.S. En este momento contamos con más de mil afiliados. Aunque una parte importante no la relacionamos al Ministerio o a las empresas para que no los boten.

 LdV. ¿Cuántos empezaron?

A.S. Empezamos hace cuatro años con 27 trabajadores, de ellos botaron a toda la Junta Directiva, pero seguimos seis y hemos crecido.

LdV. ¿Qué actividades hace  Untraflores?

 A.S. El periódico Florecer, que ha servido para que se acerquen más trabajadores, se están sacando cinco mil números, los distribuimos en los barrios populares. A través del periódico se educa; también hacemos talleres sobre temas políticos y económicos como el neoliberalismo, el TLC, el ALCA, etc. También cursos de redacción que nos sirven para nosotros mismos escribir periódico.

 LdV. ¿Quién le da asesoría jurídica?

 A.S. Cuando iniciamos el sindicato, un sacerdote del barrio nos ayudaba, él murió hace dos años; después un compañero quien nos dio las guías sindicales pero tuvo que salir de Cundinamarca. Ahora nos asesoran Alejandro Torres y Esperanza Lozano, personas que incondicionalmente nos han ayudado.

 LdV. ¿Qué opina de los movimientos de género?

 A.S. No conozco mucho de eso pero, aunque es importante la organización femenina, me parece que todo el mundo es explotado por igual y por eso todos debemos organizarnos por igual.

 LdV. Tiene algo para decirle a los lectores del Leonardo da Vinci

 A.S. Me gustaría compartir la experiencia del colegio Maná Blanca de Facatativá, donde un profesor empezó a trabajar sobre el sindicalismo y a enseñarles a los niños a organizarse. Yo felicito a ese profesor porque se está preocupando por las nuevas generaciones que se van a enfrentar a problemas muy graves. A mí me parece que esa debería ser una tarea de todos los profesores.